El edificio ha sido rehabilitado por completo en 2018, respetando en todo momento la estructura original y la arquitectura específica de la zona, dejando al descubierto sus preciosos muros de piedra natural y sus vigas de madera.
El edificio alberga en la planta baja un bar-restaurante que prepara comida casera, típica de la zona, utilizando productos de la huerta.